En un blog amigo que sigo, me encuentro con esta estrada con un titulo que me ha llamado poderosamente la atención
-Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en ningún libro!
-Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
-Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
-Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios loco puede hacer eso?
-Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para tí. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
-Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
-Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
-Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
-No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
-Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
-Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste?… ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Que aprendiste?…
-Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.
-Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
-Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
-Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
4 comentarios:
Me parece una verdad como un templo.
Ojalá todos vivieramos el presente y sintieramos a Dios como dices, seríamos mucho más felices.
¿Fernando?
¡Es la segunda vez que me asombras! ¿Seguro que has leído bien?.
¿No estarás siendo condescendiente conmigo?
Un abrazo
Pues no, el primer comentario no es de Fernando. Yo nunca en los comentarios oculto mi nombre ni mi primer apellido, para evitar confusiones.
Acabo de llegar de viaje y estoy poniéndome al día de todo lo que diariamente me llega a la bandeja de entrada, al facebook y las novedades de los Blogs y períodicos que leo.
El texto que has presentado de Spinoza, filósofo holandés de origen judio (sus padres llegan huidos de Portugal a Amsterdan) hace tiempo lo estudié en mis años de estancia con los Salesianos en el Filosofado de S. José del Valle y Posadas. Es uno de los muchos filósofos respetabilísimos que ha dado la humanidad; pero con el cual no "comulgo" en muchas de sus ideas (lógico, ¿verdad?, sabiendo mi trayectoria.
Podría estar escribiendo mucho tiempo sobre sus ideas y mis distanciamientos de las mismas; pero no lo veo lógico en un comentario de Blog. Y como no soy tan "rancio", ni "retrógrado", ni "conservador a ultranza" como muchos piensan de mí e incluso otros me tienen catalogado, añadiré que, aun no "comulgando con la filosofía B. Spinoza, en el texto que presentas hay algunas afirmaciones que cualquier cristiano podría suscribir, pues ningún humano tiene la "verdad absoluta" en este mundo y todo lo que diga cualquier pensador, filósofo o persona que investiga debemos escucharlo y reflexionarlo.
Un abrazo y como el tema da mucho de sí, es para hablar serenemante y no para establecer una interminable serie de comentarios en el Blog, que sabes no me agrada. Sia tí te ha hecho feliz, me alegro por ti
Tu amigo Fernando.
Usted perdone, Don Fernando !!
(jejeje... por si acaso)
Un abrazo
v.j.
¿Quien será quien yo sé?
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